Prótesis Faciales.

La especialidad de Cirugía Plástica y Estética Facial desempeña un papel crucial en la práctica quirúrgica de excelencia médica a nivel internacional, destacando la importancia de confiar la atención de su rostro exclusivamente a profesionales que hayan completado estudios y entrenamiento especializado en esta área.

El Cirujano Oral y Maxilofacial, especializado en Plástica y Estética Facial, dedica un mínimo de 7 años exclusivamente al estudio detallado de la anatomía facial. Este profesional tiene la habilidad de llevar a cabo modelados óseos, realizar cambios en la forma de las estructuras de soporte, y restaurar y embellecer los tejidos duros del esqueleto óseo facial.

La filosofía de naturalidad de este campo es directa: se centra en restaurar y embellecer el soporte de la piel y los músculos, es decir, el esqueleto facial. El Cirujano Oral y Maxilofacial especializado en Estética Facial se destaca como el médico especialista con el mejor entrenamiento en esta área.

 

Nuestro equipo y nuestras técnicas.

La Unidad de Cirugía Plástica y Estética Facial del Dr. Samuel Benarroch ofrece una perspectiva renovada y mejorada en el enfoque de la cirugía facial. Los procedimientos como los implantes o rellenos faciales, que abarcan áreas como los labios, pómulos, mentón y ángulo mandibular, tienen como objetivo lograr la armonización de las estructuras faciales y embellecer la cara. Se realizan retoques y correcciones no quirúrgicas de secuelas traumáticas o postquirúrgicas, así como la restauración de volúmenes y proyección de las estructuras faciales, como el mentón y los pómulos. También se abordan aspectos como la corrección de pequeños defectos nasales y la definición del borde y ángulo mandibular.

Estas técnicas tienen la capacidad de corregir y mejorar una variedad considerable de alteraciones, ya sea en términos de forma, volumen o posición. Se convierten en una herramienta poderosa en manos hábiles, permitiendo técnicas de camuflaje para esconder o disimular pequeñas imperfecciones, pero también pueden convertirse en un arma peligrosa en manos inescrupulosas. Su uso excesivo ha llevado a consecuencias nefastas, generando daños graves en los pacientes y dando lugar a un fenómeno médico emergente: la “Deformidad de Cara Inyectada”.

Es crucial destacar que este tipo de tratamiento debe ser llevado a cabo por un médico con el entrenamiento adecuado. Los materiales de relleno deben ser utilizados con prudencia y están recomendados para lo que el Dr. Benarroch denomina las tres P: pequeñas áreas, pequeños volúmenes y pequeños retoques.

En el mercado, existe una amplia variedad de productos cuyo uso e indicaciones varían según el fabricante, las necesidades del paciente o las preferencias del médico. Sin embargo, se pueden clasificar en tres grandes categorías según su duración (temporales o permanentes), origen (paciente, humano, animal, no animal, laboratorio) y tipo de implante (inyectables, implantes o prótesis).

Dr. Benarroch

 

Materiales utilizados.

Los materiales de relleno pueden ser inyectados en la piel, debajo de la piel, sobre el músculo (o en ocasiones dentro del músculo), encima del hueso o ser colocados como implantes protésicos en espacios diseñados específicamente para ellos. Su propósito general es aumentar o definir ciertas áreas.

En el caso de los materiales inyectados, puede ser necesario realizar una segunda o incluso una tercera sesión, dependiendo del paciente y del tipo de corrección a realizar. Las aplicaciones graduales aseguran resultados más armónicos.

Usos comunes de los materiales de relleno inyectables incluyen la corrección de arrugas y pliegues faciales, el aumento de labios, el tratamiento de marcas de acné o cicatrices, la corrección de pliegues nasolabiales, líneas de expresión en la frente y entrecejo, la depresión de las comisuras labiales, así como ajustes estéticos en la nariz y pequeños aumentos en mentón y mejillas.

En contraste, las prótesis faciales diseñadas específicamente para áreas como mejillas, mentón, ángulo mandibular, maxilar o frente requieren un breve periodo de recuperación (5 a 7 días) y ofrecen resultados permanentes. Es importante destacar que estas prótesis deben ser ancladas o atornilladas al hueso para prevenir su movilización.